Más de nueve de cada diez personas en el mundo están sujetas a restricciones de viaje debido a medidas tomadas por la pandemia de COVID-19, dijo el miércoles el Centro de Investigación Pew de Estados Unidos.
Cuando el planeta se acerca al millón de infectados y a los 50.000 muertos, un 93% de la población global de 7.200 millones de personas vive en países que limitan el movimiento fronterizo de quienes no sean ciudadanos o residentes, y 39% en países con fronteras completamente cerradas a turistas, viajeros por negocios o nuevos inmigrantes.
"Al 31 de marzo de 2020, 143 países tenían cierres de fronteras completos (64) o parciales (79) debido al brote de COVID-19", señaló Pew basado en anuncios de los países y datos de población de las Naciones Unidas.
"A medida que más países implementen o amplíen las restricciones de viaje, se espera que estos números aumenten", advirtió sin embargo.
China, la nación más poblada del mundo (1.400 millones) y donde se reportó por primera vez el nuevo coronavirus en diciembre, cerró sus fronteras completamente a todo extranjero que no sea personal diplomático o científico desde el 18 de marzo.
India, con más de 1.300 millones, y Estados Unidos, con unos 330 millones, dispusieron cierres parciales.
En la gran mayoría de los países de América Latina rigen cierres totales de fronteras. En algunos, como Argentina y los andinos, con limitaciones de ingreso para sus propios ciudadanos. Otros, como México y Venezuela, tienen cierres parciales, en tanto Nicaragua es el único que mantiene sus fronteras abiertas, según Pew.
La pandemia del COVID-19 también impactó en las solicitudes de asilo.
Estados Unidos anunció que rechazará a los posibles solicitantes de asilo en su frontera sur con México y Canadá que no atenderá los pedidos de quienes ingresan por tierra desde Estados Unidos. En Europa se suspendieron muchas audiencias de asilo.
"Los 272 millones de migrantes internacionales del mundo pueden tener dificultades para regresar a sus países de origen en el futuro cercano debido a las crecientes restricciones de viaje y a la menor cantidad de vuelos de aerolíneas comerciales", indicó Pew.
Las fronteras siguen sin embargo abiertas al flujo de mercancías, aunque en los países de la Unión Europea, por ejemplo, los tiempos de espera para el movimiento comercial han aumentado "sustancialmente", apuntó.